Entre ellos nunca existiría nada
más. Lo comprendía, pero la atormentaba durante el tiempo que no estaba junto a
él. Sabía que algún día aparecería otra mujer que lo abrazaría como su esposa y
le daría hijos.
¿Por qué le dolía tanto?
Aunque sus mundos fueran
diferentes y él supiese quien era ella realmente, la enemistad entre Inglaterra
y los hombres del norte, jamás permitiría una unión así.
Prefería consolar su alma y
aliviar su corazón abrazándolo furtivamente, que perderlo y lacerar su alma.
Le dolía porque le importaba, le dolía porque…
Lo amaba.
Lo amaba.
Sin darse cuenta se había
enamorado incondicionalmente de un rudo, letal y maravilloso hombre del norte,
que jamás podría tener.
Una solitaria lagrima abandonó sus ojos. La desolación de la
realidad la atormentada, pero su corazón había elegido un camino sin retorno
demasiado doloroso para su alma.
(Fragmento - Capítulo 11)
A.V.CARDENET
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